Vibrante, cálido, intenso, el color rojo destaca por su fuerza y audacia y atrae todas las miradas. Quien lo elige, ama mostrar su personalidad y su pasión. Porque el rojo también es el color del amor y uno de los tonos favoritos para los zapatos: ¿quién no ha soñado alguna vez con un par de bailarinas escarlatas desde niña, como las de Dorothy en El Mago de Oz? Bellísimas en piel o ante, pero también en suave y brillante piel barnizada, para dar vida a cualquier look. Preppy, románticas y bon ton, son las bailarinas rojas con punta redonda, con o sin tacón, para llevar incluso con un coqueto calcetín blanco al tobillo; seductoras e irresistibles a las miradas, las bailarinas de punta también vienen en versión con cordones, para llevar de manera informal o con un elegante vestido de noche. El rojo combina con todo, no hay un tono con el que no pueda crear combinaciones interesantes. Elegante con los básicos y neutros como el beige y el gris, sorprendente en contraste con el fucsia, el violeta y el naranja, perfecto con colores oscuros como el negro y el azul. Su variante más profunda y oscura es el burdeos, un color intenso y extremadamente refinado, a menudo asociado con el otoño-invierno, pero sofisticado también en verano con materiales naturales como el algodón y el lino, y colores vivos como el lima y el turquesa.